En la Ciudad de México vivimos días de terror y angustia tras el sismo del 19 de septiembre. Si bien lo usual, en una ciudad tan grande e impresionante, es experimentar desconfianza e inseguridad con regularidad, existe otro elemento terrible que, en lugar de disminuir tras estos días caóticos, aumentó drásticamente: la delincuencia. No fui víctima del terremoto, pero sí, de nuevo, de ésta última. Al respecto, escribí una crónica para la revista digital Chilango.
Durante la semana pasada, cuando un fuerte sismo azotó la ciudad, vimos muestras de solidaridad por doquier. Pero no todas las historias fueron positivas, poco a poco nos enteramos de que los delincuentes siguieron haciendo de las suyas, mientras las fuerzas de seguridad estaban enfocadas en los edificios derrumbados o en las fugas de gas. A continuación te compartimos el testimonio de Lola Ancira, una habitante de nuestra ciudad, quien fue asaltada en un restaurante de la delegación Coyoacán cinco días después del 19S:
«Aproximadamente a las 10:00 de la noche del domingo 23 de septiembre, tres sujetos armados (fornidos y con ropa deportiva) asaltaron el Wings Army de avenida Universidad 1892, ubicado muy cerca del centro comercial Oasis Coyoacán. Yo estaba con varias personas ahí, cuando ellos se sentaron a nuestro lado. Al momento en que la mesera se acercó para tomar su orden, sacaron armas e iniciaron el robo, que no duró más de cinco minutos...» (continuar leyendo en Chilango)