-Si
no vuelvo, dile a mi madre que la quiero.
-Tu madre está muerta, Llewelyn.
-Entonces se lo diré yo
-Tu madre está muerta, Llewelyn.
-Entonces se lo diré yo
(Fragmento)
Reseña
personal: No
es país para viejos (No country for old men) de
Cormac McCarthy (escritor
estadounidense, 1933) es una novela publicada en 2005. McCarthy ganó
el National Book Award en 1992 y el Premio Pulitzer en 2007 y ha sido
reconocido como uno de los principales novelistas norteamericanos
contemporáneos por Harold Bloom, polémico crítico literario
también estadounidense.
La
novela narra una persecución en un ambiente hostil y desolador que
inicia en la frontera de Texas con México, en la década de los
ochenta, cuando Llewelyn Moss, veterano de la guerra de Vietnam,
descubre una sangrienta escena de un enfrentamiento entre narcos
mexicanos que tenía poco de haber sucedido. Tras acercarse y
descubrir el cargamento de droga y más de dos millones de dólares
en un maletín, decide su destino al volver a su casa y regresar con
una botella de agua para uno de los supervivientes y tomar el dinero,
pues a partir de ese momento, él se convierte en el eje central de una
historia que no terminará hasta que alguno de los dos sicarios
contratados que lo persiguen finalice su misión.
El
protagonistas es Bell, Sheriff y veterano de la Segunda Guerra
Mundial, un hombre de educación y valores tradicionales que debido a
la creciente violencia, está aturdido y dentro de su confusión añora los
tiempos en que era imposible imaginar actos y hechos que estaban
ocurriendo en su comunidad ahora, como el caso de un asesino
adolescente, con el que inicia la narración:
"Mandé
a un chico a la cámara de gas en Huntsville.
A
uno nada más. Yo lo arresté y yo testifiqué.
Fui
a visitarlo dos o tres veces. Tres veces. La última el día de su
ejecución.
No
tenía por qué ir, pero fui. Naturalmente no quería ir.
Había
matado a una chica de catorce años y os puedo asegurar
que
yo no sentía grandes deseos de ir a verle y mucho
menos
de presenciar la ejecución, pero lo hice."
Conforme
transcurre la historia, los actos de violencia se incrementan y la
angustia de Bell aumenta la certeza del titulo de la novela. La
violencia real y auténtica, más de tres décadas después de estos
sucesos de ficción, sigue siendo desencadenada por los
enfrentamientos de narcotraficantes con las autoridades e incluso
entre ellos mismos, otorgándole una completa vigencia actual a la
obra. Pero también es el resultado de sobrevivientes y veteranos de
las múltiples guerras que ha incitado o en las que ha participado
Estados Unidos, el resultado de una sociedad habituada a la crueldad
y las agresiones transmitidas de diferentes formas pero siempre con
una consecuencia adversa.
Uno
de los antagonistas es
Anton
Chigurh, un perturbado asesino con carácter
filosófico. Su agresividad excesiva se manifiesta específicamente
en el arma que usa para matar: una pistola de aire utilizada para
sacrificar ganado.
En
esta novela se le otorga el poder de modificar al destino a objetos o
hechos tan cotidianos o insignificantes como una botella de agua, una
moneda, un cambio de idea de último minuto o pensamientos
premonitorios; y estas modificaciones tienen en veces el poder de la
fatalidad, justo como ocurre en el mundo real.
En
cuanto a la narrativa, McCarthy hace uso de una peculiar técnica
literaria, intercala capítulos narrados en tercera
persona con monólogos interiores del personaje principal, lo que da
un acercamiento más personal a la obra: introduce al lector
directamente a la mente del protagonista, a sus reflexiones y
sensibilidad.
Respecto
al estilo literario de McCarthy, hablando de una particularidad, hay
quienes se quejan de su uso indiscriminado de la conjunción
copulativa 'y' (en su idioma natal 'and') porque vuelve algo tediosa
la lectura, algo que, sinceramente, pasé por alto al realizar la
lectura. Cada escritor tiene o decide sus singularidades, así como
Sada hacía un uso excesivo, a mi parecer, de los dos puntos, y lo
que queda no es examinar o hacer resoluciones sobre la obra del autor
con bases nimias como estas; pues si para algunas personas es molesto o cansado realizar una lectura con ciertas
particularidades o simplemente no están acostumbradas, habrá otras
a las que les resulte interesante o incluso lo tomen como una
característica más del autor y sigan disfrutando de su lectura;
habrá que recordar siempre que 'en gustos se rompen géneros'.
El
lenguaje es directo y simple, como la mayoría de los personajes, las
situaciones y el contexto en general. Pero no es una simpleza que
reduzca el valor de la narrativa, sino todo lo contrario: la misma
sencillez refuerza la intensidad de los actos y los vuelve más
naturales, más humanos.
Esta
reseña no puede finalizar sin hacer mención de la película
realizada por los hermanos Coen en 2007 basada en la novela, que llevó el
mismo título en España pero cambió por Sin
lugar para los débiles
en Hispanoamérica. La película está muy bien lograda y ,
aunque ha sido criticada negativamente por el final confuso, quizá
tenga que ver con que no es un final tradicional ni esperado, sino
uno en el que hay que buscar razones que quizá no encontremos.
Singular, como la historia misma. En lo particular, ha sido una de
las películas que más me han impresionado, por algunas escenas en
específico y la actuaciones. Estuvo nominada a 8 Premios Óscar, de
los cuales ganó cuatro, entre ellos Mejor guión adaptado y Mejor
película.
Es
mucho más recomendable leer el libro y después ver la película,
pero en cualquier caso respeto siempre a la película que crea a un
nuevo lector de la obra en la que está basada debido a su admirable
interpretación.
Por
último, dejo el trailer y un fragmento de uno de los diálogos en la
novela:
-
¿Tienes alguna idea... de lo loco que estás?
- ¿Te refieres a
la naturaleza de esta conversación?
- Me refiero a tu naturaleza.
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