El Pato y la Muerte (Duck, Death and the Tulip, 2008) de Wolf
Erlbruch (escritor e ilustrador alemán de libros infantiles, 1949)
es una bella historia de la fugaz amistad entre un pato y la muerte.
Erlbruch es conocido por
su toque particular para crear relatos infantiles lúgubres, pues
trata temas que generalmente son eludidos en este tipo de literatura
(característica que me recuerda al fantástico Edward Gorey). En
esta obra, trata un tema delicado y al que pocos adultos saben
cómo reaccionar frente a un niño cuando éste los cuestiona al
respecto, pues pronunciar la palabra es tan intempestivo como el
hecho que representa.
A través de hermosas
ilustraciones hechas por el mismo autor, Erlbruch simboliza, de
manera encantadora y con un toque siniestro, el suceso ineludible
para todo ser vivo: la muerte. Después de algunos días extraños,
Pato descubre qué (o mejor dicho, quién) era lo que lo
inquietaba... Muerte. Tras un pequeño sobresalto de Pato, Muerte se
presenta ante él y, por un corto tiempo, entablan conversaciones
inocentes que reflejan el pensamiento ingenuo de Pato y los
argumentos reveladores de Muerte.
El cuento (que, no por ser infantil es específicamente para niños) vuelve
palpable, físico, un terror natural, un hecho impostergable. El
autor materializa a la muerte, esa tétrica calavera con la que
diversas culturas se han identificado y desarrollado durante siglos,
con un personaje amistoso que lleva un lindo vestido y zapatillas, de
osamenta impoluta y carácter bondadoso, incluso cariñoso.
Ilustración de Wolf Erlbruch
La ofrenda de la muerte
para el pato, un tulipán violáceo, puede remitir a un significado
profundo y por completo simbólico, pues su color es la unión de dos
tonalidades: el tulipán rojo simboliza el amor eterno y el negro
sufrimiento abismal. Y son precisamente esos dos sentimientos los que
ponderan en el corazón de quien sufre una pérdida de un ser cercano
y querido.
La muerte, sutil como una
sombra que persigue y espera siempre junto al cuerpo vivo, que lo
vigila y está atenta. La muerte, sonriente en la espera eterna,
siempre paciente, comprensiva y meditabunda, la que sólo nos visita
cuando la vida se ha encargado de terminar con nosotros.
Ilustración de Wolf Erlbruch
Este cuento inspiró una versión para
teatro, bajo la dirección de Haydeé Boetto, que se presentó como
Pato, Muerte y Tulipán en 2012 en Bellas Artes, y que también
representaron en diversas ocasiones a principios de este año. Quedo
a la espera de la siguiente temporada para poder acudir.
Encontré esta fiel versión animada
del cuento en alemán y con subtítulos en español:
Y también esta versión del audiolibro
en español:
Pueden adquirir esta joya en El Sótano
o El Péndulo (de éste último coloco el enlace a todos los libros
del autor en dicha librería).
A propósito de este libro, cabe transcribir aquí el pequeño diálogo entre Antonius Block y La Muerte con el que inicia la película El séptimo sello (Ingmar Bergman,1957):
- ¿Quién eres tú?
- La muerte.
- ¿Es que vienes por mí?
- Hace ya tiempo que camino a tu lado.
- Ya lo sé.
- ¿Estás preparado?
- El espíritu está pronto, pero la carne es débil. Espera un momento.
- Es lo que todos decís, pero yo no concedo prorrogas.
- Tú juegas al ajedrez, ¿verdad?
- ¿Cómo lo sabes?
- Lo he visto en pinturas y lo he oído en canciones.
- Pues sí, realmente soy un excelente jugador de ajedrez.
- No creo que seas tan bueno como yo.
- ¿Para qué quieres jugar conmigo?
- Es cuenta mía.
- Por supuesto.
- Juguemos con una condición, si me ganas me llevarás contigo, si pierdes la partida me dejarás vivir.
- Las negras para ti.
- Era lo lógico, ¿no te parece?
"...pero, así era la vida."
ResponderEliminarCorto y descriptivo en palabras sencillas. Es interesante la forma en que resume el concepto para volvernos participes de ésta trama que a través del cuento nos permite reflexionar sobre la fragilidad y fugacidad de la vida. Muy bonito :3
Muchas gracias por tu lectura y atinado comentario, que es conciso y encierra en sus letras el misterio y fuerza de este libro.
ResponderEliminar¡Un abrazo!