miércoles, 22 de julio de 2020

The Shining: la cautividad y sus ecos (ensayo publicado en Tierra Adentro)

Ilustración de Richard Zela



Para el último aniversario de The Shining publiqué un ensayo en Tierra Adentro en el que toco en especial el tema de la reclusión y las distintas formas en las que éste nos afecta en nuestro contexto de confinamiento actual. ¡Las ilustraciones de Richard Zela que acompañan al texto son geniales!



Ilustración por Richard Zela.





THE SHINING: LA CAUTIVIDAD Y SUS ECOS


A unos kilómetros del Parque Nacional de las Montañas Rocosas, en Colorado, se erige un sitio lujoso que fue inaugurado a principios del siglo XX, el emblemático hotel Stanley. El éxito que tuvo en un inicio se vio opacado tras el accidente casi mortal de una de las recamareras en la habitación 217, lo que inició el rumor de que en el hotel ocurrían fenómenos paranormales y que estaba habitado por fantasmas, historias que fueron corroboradas tanto por los trabajadores del hotel como por los huéspedes.
Décadas después, en los 70, debido a los escasos visitantes y a los duros meses de invierno que orillaban al dueño a cerrar las puertas del lugar durante largos periodos, el sitio estuvo al borde de la quiebra. En ese entonces, Stephen King, quien comenzaba a ser un escritor reconocido tras publicar su primera novela, Carrie (1974), se mudó junto con su familia a Colorado buscando inspiración para una nueva historia.
Él y Tabitha, su esposa, decidieron celebrar Halloween en el Stanley, donde se registraron el 30 de octubre del 74. El hotel estaba por cerrar sus puertas debido a la temporada invernal, por lo que ambos eran los únicos huéspedes.
La primera noche, después de cenar, Tabitha se fue a su habitación, la 217, mientras King paseaba por el sitio casi desierto. Al llegar al bar, trazó los primeros esbozos mentales del personaje principal, Jack Torrance, un hombre de carácter explosivo y con problemas de alcoholismo. A la mañana siguiente, King despertó de golpe: tuvo una pesadilla que involucraba a su hijo pequeño. Durante el tiempo que le tomó consumir el primer cigarro del día, ideó la novela que titularía The shining, obra que publicó tres años después, en 1977, y donde el hotel Stanley se convierte en el hotel Overlook.
El resplandor fue el primer best seller de King. En 1980, Stanley Kubrick adaptó la novela a la pantalla grande, película con la que King no estuvo muy contento debido a los cambios que realizó el director, como la eliminación de varias escenas importantes, la reducción de diálogos de Wendy, el cambio del número de la habitación y la modificación radical del final, pues Kubrick buscó un cierre mucho más profundo y metafórico que el de King.
The shining relata la historia de Jack Torrance (interpretado por el inigualable Jack Nicholson), un hombre desempleado, con problemas económicos y antecedentes de violencia y alcoholismo que acude a una entrevista de trabajo al hotel Overlook para obtener un empleo como cuidador del lugar durante los meses de invierno que permanecerá cerrado al público, pues las intensas nevadas bloquearán los caminos y lo aislarán por completo.
Durante la entrevista, el director, Stuart Ullman (Barry Nelson), le comenta a Jack que el aislamiento total podría resultar nocivo: el vigilante anterior se perturbó al punto de matar con un hacha a su esposa y dos hijas para, finalmente, suicidarse. Jack, tras escuchar la trágica y espeluznante historia, reafirma su interés y compromiso respecto al empleo y asegura que ese tiempo en confinamiento será ideal para poder concluir el libro que está escribiendo. (Continuar leyendo en Tierra Adentro...)

No hay comentarios:

Publicar un comentario