Dos soldados británicos de la Primera Guerra Mundial amputados
El texto de este mes para mi columna mensual, Irreverencias maravillosas, de la Revista VozEd, está dedicado a la historia de la amputación y la evolución de las prótesis a través del tiempo, y a la consecuente adaptación y aceptación sociales (así como consecuentes fijaciones, incluido el certamen de belleza Miss stump) de dicha medida quirúrgica y los sustitutos de los miembros amputados.
Pueden leer el texto completo, directamente de la revista, en este enlace.
La fragmentación del cuerpo
La historia del hombre, desde sus
inicios, comprende una gran cantidad de enfrentamientos, guerras, anomalías
congénitas y accidentes, de ahí que las mutilaciones (daño físico que deriva en
la pérdida de alguna función o parte del cuerpo) dieran paso a la amputación
(separación por traumatismo o cirugía de una extremidad) y a las prótesis
(sustituto artificial de la parte del cuerpo amputada).
Hay evidencia que señala que en el Neolítico ya
se llevaban a cabo amputaciones: cadáveres de la época con huesos cortados por
sierras de piedra y hueso demuestran lo anterior.
El primer registro de una
amputación y ulterior uso de prótesis aparece en los textos védicos
(aproximadamente 1,800 a. E. C.), una de las obras más antiguas de la cultura
india, en un poema escrito en sánscrito que narra la historia de la reina
guerrera Vishpla, quien en una contienda pierde una de sus piernas. Después de
tratar su herida y ya estando recuperada,
le colocaron una pierna de hierro para que pudiera volver al campo de
batalla.
Alrededor del 800 a. E. C.,
aparece el mito griego de Pélope, nieto de Zeus, a quien el dios Hefesto le
hizo un hombro de mármol, pues su mismo padre, Tántalo, lo mató y cocinó para
tratar de engañar a los dioses en un festín. La diosa Démeter comió su hombro
y, al darse cuenta de lo ocurrido, devuelve la vida a Pélope y ordena a Hefesto
la construcción de la prótesis del hombro.
Hasta el año 100 y durante la Edad Media hubo pocas
alteraciones en la técnica, pero preferían la cauterización y el aceite
caliente para evitar hemorragias. Los caballeros amputados de esta época
ansiaban utilizar prótesis para ocultar su deformidad y vulnerabilidad, más
allá de un mero propósito estético. Los artilleros se convirtieron entonces en
los primero fabricantes de prótesis, pues eran expertos en el uso del metal y
la madera.
Alrededor de 1300, el uso de la
pólvora en armas de fuego incremento el número de mutilaciones y amputaciones
en el campo militar. Ya en 1550, uno de los mejores cirujanos del ejército
francés (y probable padre de la cirugía moderna), Ambroise Paré, volvió al
ligamento de los vasos sanguíneos y creó las primeras prótesis tanto para
extremidades inferiores como para las superiores. Diseñó una mano artificial
llamada Le petit Lorrain, cuyo pulgar
era fijo, pero los otros dedos eran
móviles gracias a unos resortes. Articulaciones, flexiones, extensiones y la
utilización de otros músculos para generar movimientos en las prótesis formaron
parte de una gran transformación en el ámbito médico. Dentistas y escultores
también contribuyeron en las innovaciones.
Le petit Lorrain de Ambroise Paré
El gran número de amputados
durante la guerra de Secesión (1861-1865), estimuló el desarrollo de prótesis
de miembros mucho más funcionales, como el gancho dividido creado por Dorrance
en 1912 y que, con algunas modificaciones, actualmente sigue siendo utilizado.
Ya en 1800, durante las Guerras
Napoleónicas, la amputación llegó a su mejor punto, antes de la inclusión de la
anestesia y la esterilización, gracias a dos cirujanos, uno francés y otro
británico. Aproximadamente 50 años después se empezó a
utilizar la anestesia e introdujeron procedimientos de asepsia. A partir de
entonces, los cirujanos se involucraron en la creación de las prótesis e inició
su gran evolución.
Taller en Berlín, 1919.
El desarrollo de la ciencia y la
tecnología ha permitido el uso de sofisticadas técnicas actuales para esta
medida quirúrgica, y las prótesis han evolucionado de manera increíble,
llegando incluso a las prótesis robóticas que imitan a las extremidades humanas
casi a la perfección.
Pero el progreso también modifica
o altera diversas cuestiones culturales e ideológicas: en las primeras décadas
de nuestro siglo las amputaciones de miembros sanos son una realidad. Los amputee wannabe tienen diversas razones
para desear la amputación (desde falanges hasta extremidades completas), que
pueden ir desde psicológicas (de ahí la apotemnofilia, no sentir que la
extremidad pertenezca a su cuerpo) hasta meramente estéticas o para complacer
parafilias, como la acrotomofilia: el deseo sexual por una persona con miembros
amputados (aunque esta atracción pudo haber existido desde los antiguos
imperios sin dejar vestigios). Algunos concursos de belleza y la industria
pornográfica también están inmiscuidos
en comunidades con este tipo de afinidades.
Por supuesto, la mayoría de los
doctores consideran estas amputaciones como no éticas, pero hay quienes, por la
cantidad necesaria ($10,000.00 dólares),
estarán dispuestos a llevarlas a cabo. Uno de los casos más celebres es el de Alex
Mensaert, un estadounidense de 39 años al que únicamente le queda el brazo
izquierdo, y que ha afirmado no querer amputarlo por temor a la dependencia.
Pero también existen personas
amputadas por diferentes condiciones médicas que han transformado la percepción
ordinaria del cuerpo incompleto, alterado: Victoria Modesta es una modelo y
cantante británica de 26 años a quien, por negligencia médica desde su
nacimiento, en 2007 y por decisión propia le amputaron la antepierna izquierda,
y ahora es la primera cantante de pop con prótesis y ha causado revuelo con su
video Prototype. Sus prótesis
son poco convencionales y magníficas, como ella misma.
Aimee Mullins es otro ejemplo de
belleza sorprendente: nació en 1976 y desde su primer año de vida le fueron
amputadas ambas piernas debido a una extraña enfermedad. Es modelo, atleta y
actriz y está dentro de la lista de las 5 mujeres más bellas de la revista People. Tiene múltiples prótesis que
modifican su estatura y sus diseños y tamaños difieren según su función.
Fotografía de un reportaje sobre la atleta para la revista Icon
La tecnología y la ciencia han
transformado muchos aspectos de la vida humana, pero el cambio nunca dejará de
atemorizar a los ignorantes del tema en cuestión. El actual éxito de Modesta y
Mullins se debe, en gran parte, a la diversificación de estándares estéticos
contemporáneos y a una mayor apertura hacia las alteraciones físicas, a lo
aparentemente extraño o distinto.
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