La compañía de las liendres (Editorial Universitaria, 2016) es el
segundo libro de cuento de Pedro J. Acuña, y con él se hizo acreedor al Premio
Nacional de Cuento Juan José Arreola 2016.
A
primera impresión, la palabra «compañía» dentro del título parece ser utilizada en el sentido de una empresa o sociedad, no en
referencia al efecto de acompañar, aunque en realidad los protagonistas de
Pedro sí están acompañados por «algo»: parásitos, organismos que viven a costa
de otros.
Estos
cuerpos o agentes extraños demuestran la constante vulnerabilidad a la que está
expuesta el ser humano; son amenazas insistentes y de diversos tipos que acechan en cada rinc ón: pueden ser ectoparásitos (representados en estas páginas como un rostro
hermoso en la nuca o como liendres), endoparásitos (una especie de hongo que
infecta el cuerpo o, en sentido metafórico, incluso el germen de una ideología)
o mesoparáistos (tentáculos que surgen de las cavidades de un cuerpo humano).
A
través de ocho historias escalofriantes, Pedro nos confronta con elementos y
situaciones desagradables, con temas siniestros y profundos como las relaciones
familiares fragmentadas, las agresiones físicas, el aislamiento y el abuso.
Ésta
es una colección de antibiosis maravillosas en la que diversas cuestiones científicas
y condiciones m édicas están presentes. El cuerpo
es tomado como el lugar perfecto para una invasión metódica, sistemática; se
convierte en el instrumento perfecto para albergar visitantes indeseados
dispuestos a acabar con esa otra vida y apropiarse, apoderarse del otro
organismo.
En
todos los relatos, en el cuerpo humano se origina el terror, sus alteraciones
espeluznantes son el eje de cada trama. Pedro utiliza el recurso del «horror corporal»
con pericia, y vuelca todo su interés narrativo en los procesos internos del
cambio a partir de las invasiones de los cuerpos. La temática principal del
libro es lo que percibe el cuerpo, las transformaciones físicas que sufre el
individuo y su repercusión a nivel psicol ógico, la percepción que tiene
sobre sí misma la «víctima» y todo el desorden de pensamientos y sentimientos
que derivan de dicha afección. Estos personajes son objetos de estudio y
sujetos de experimentación.
En «La
compañía de las liendres», el cuento que da título al libro, el autor describe la relación íntima de una niña
pequeña, confinada en un cuarto reducido e inmundo, con sus liendres. La
descripción detallada de las sensaciones y de estos singulares insectos, la
infestación paulatina en el cuerpo de la pequeña y su relación sentimental con
su única compañía crean una atmósfera perfecta que envuelve los sentidos del
lector.
«La
cara que pintó el diablo» está basado en la leyenda urbana de Edward Mordrake,
un joven aristócrata que sufrió de diprosopia, una malformación facial que en
este caso podía ser disimulada con relativa facilidad, pues un segundo rostro
se desarrolló completamente cerca de su nuca. Este cuento remite un poco a su
libro anterior, Metástasis McFly,
cuyos relatos son un tipo de biografías apócrifas, y llena cierto «hueco» en la
leyenda, la complementa de forma muy creativa. Como dato adicional, la serie norteamericana American Horror Story: Freak Show incluyó a Mordrake como uno de sus personajes en sus episodios 3 y 4, y fue interpretado por el actor Wes Bentley.
El
padecimiento de uno de los personajes de «Entrevista con un radio» se deriva a
partir de un dolor de cabeza. Este relato está escrito a modo de bitácora
auditiva, de grabaciones en algunos casetes. Su trama bien podría girar en
torno a un fenómeno psicosomático, y remite a las «hormigas zombis», llamadas
así porque un hongo parasitario infecta y se apodera de su sistema nervioso, modificando
su comportamiento y, finalmente, matándolas
y
liberando sus esporas para continuar con su ciclo.
«Los
puercos no tienen uñas» es el mejor ejemplo donde el parásito es una ideología
reflejada en un movimiento armado; guerrilla y canibalismo conviven con la
ignorancia y la fe ciega.
«Los
asesinatos de agosto» resulta muy emotivo por el guiño a Laika, la perra
astronauta, y su trágica historia: «Tal
vez todos somos una perrita que morirá quemada en una cabina de uno por uno. Lo
único que nos queda es una semana de cariño antes de lo inevitable». El parásito de este cuento policíaco es un
miembro de la misma especie: un asesino serial, una persona dominada por una
psicopatía.
Esta
lectura ágil de relatos peculiares y agudos deja un regusto amargo y nos hace
pensar, cobrar conciencia sobre la fragilidad de nuestra salud y nuestro propio cuerpo.
El
primer relato está disponible en la
página oficial del Concurso Nacional de Cuento Juan José Arreola. El último cuento está disponible en el eBook gratuito Once navajas publicado por Tierra Adentro en
diciembre del año pasado.
El libro está a la venta en Fá Libros y en librerías El Sótano.
El libro está a la venta en Fá Libros y en librerías El Sótano.
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