Hace algunas semanas estaba escribiendo un texto y quise releer uno de mis ensayos publicado en mi columna en VozEd en enero de 2016, «Los monstruos que nos habitan», así que busqué una de las frases que había utilizado para encontrar la publicación, pero me encontré con una sorpresa: el primer resultado de la búsqueda era del sitio web de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, una ponencia titulada «Los monstruos, Jung y los relatos orales: por qué me gusta leer a Ana María Shua».
Al abrir mi texto publicado en Vozed y compararlo con dicha ponencia, publicada algunos meses después que mi ensayo, entendí todo: mi texto fue plagiado íntegro, tres cuartillas de las ocho que conformaban la ponencia que presentó la profesora Graciela Noemí Carám eran de mi autoría. Tras investigar, descubrí que el resto de «su» ponencia era otro plagio íntegro de un ensayo publicado en 2008 por Denise León, «Ana María Shua, las felicidades de la repetición». Por supuesto, ninguno de nuestros nombres ni el título de nuestras obras se mencionan en la bibliografía de la profesora Carám.
Sé que los textos en internet son de libre acceso y pueden ser compartidos o utilizados como referencias, e incluso que la red es una herramienta que facilita por completo lo anterior, pero siempre debe integrarse algún sistema de citación.
Ésta es una entre muchas otras violaciones a los derechos de Propiedad intelectual, misma que incluso está tipificada como delito en México (el Colegio de México le retiró el grado de Doctor a Rodrigo Núñez Arancibia por una reproducción casi íntegra de un libro para su tesis, y en 2016 una alumna fue expulsada debido a otro caso de plagio académico que llegó a los tribunales).
Más allá de la indignación, es increíble que este tipo de obras realizadas sin ética profesional no cuenten con ningún tipo de filtro o cuidado editorial. Lo primordial fue, por supuesto, denunciarlo ante las autoridades competentes, en este caso enviando las pruebas del plagio a los correos electrónicos de algunos Departamentos de la FaHCE.
Éste es un fragmento de la respuesta que obtuve de la Prosecretaría de Gestión Editorial y Difusión (en el que, por cierto, también me informaron que Carám en realidad no trabaja en su facultad, sino en el Colegio Nacional): «En respuesta a su reclamo, hemos procedido a retirar el trabajo de nuestra web, al tiempo que notificamos a las autoridades de la biblioteca quienes harán lo propio en el repositorio institucional. En ambos casos, se deja debidamente expresado que ha habido un reclamo de plagio sobre el trabajo retirado».
En Vozed tuve todo el apoyo en este tema desde el inicio, e incluso publicaron el texto «Monstruos y el plagio» para hacerlo público. Transcribo a continuación los primeros dos párrafos:
EN VOZED TENEMOS un contador de las veces que copian un texto sin permiso, lo plagian o se lo auto-asignan, e, increíblemente, llevamos un número que lejos de ser pequeño va creciendo y creciendo. El último incremento en el contador de plagios ha sido para Lola Ancira -una escritora con una prosa fluida y que gusta trabajar con temas diferentes al resto de los escritores-, quién descubrió que la profesora Graciela Noemí Carám, en un cátedra para la Didáctica de la Lengua y la Literatura II, presentó, dentro del Eje temático 1: Poéticas de autor@s, organizado por el Departamento de Letras, de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, una ponencia que se llama Los monstruos, Jung y los relatos orales: Por qué me gusta leer a Ana María Shua.
Entendemos que una ponencia donde se explica por qué el gusto por leer, en este caso el de la propia profesora Carám, no exige una escritura creativa, pero si propia. Está dando su opinión y contando su experiencia; y si hay un texto que no es suyo pero que expresa lo que siente y quiere decir, hubiera bastado citarlo, como manda el propio buen hacer de la investigación académica. A la profesora Carám se le olvidó poner las comillas y citar el texto entero de Lola Ancira. También se le olvidó poner comillas y citar un segundo texto, entero, que conforma el total de su ponencia… pero damos fe de que citó a Borges, a Boccanera y a Jung entre otros. (Continuar leyendo...)
Tres de los cuatro enlaces que permitían acceder a la ponencia de Carám ya no están disponibles y muestran la leyenda «NOTA DE REMOCIÓN: Trabajo retirado con fecha 19-6-2017 debido a la recepción de un
reclamo de plagio», así que sólo queda enviar otro correo al Colegio Nacional.
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