Microcolapsos (Paraíso Perdido, 2017) de
Cecilia Eudave (escritora mexicana, 1968) forma parte de la colección Biblioteca Instantánea.
Esta obra de literatura breve creada a partir de ideas fantásticas y originales
está dividida en cinco secciones: «Intangibles realidades», «El desencanto
sutil de las cosas», «¿Sentencias o advertencias?» y «De naturaleza insólita o
imaginada».
Estos
pequeños colapsos —algunos incluso de unas cuantas palabras— cimbran la
realidad para mostrarnos qué hay detrás de lo ordinario, de lo conocido. Eudave
le otorga voz a lo silencioso y pensamiento a lo inanimado, regalándonos así
perspectivas sobre lo habitual poco exploradas, creando «lo cotidiano fantástico», como
ella misma lo describe.
«Fantasmas»,
el primer texto, nos ofrece una explicación sorpresiva sobre qué son los
espectros: «Los fantasmas son puros remordimientos, sólo eso», una fuerte consideración
que sin duda conlleva a la reflexión.
El
objeto principal en «Imágenes de utilería» es un espejo, «un clóset de imágenes
de utilería que alguna vez sirvieron para el narcisismo de alguien». Para
Eudave, los espejos son los mundos alternos que guardan todo aquello que han
reflejado, a modo de quedarse con su alma, lo mismo si son seres vivos que
objetos.
«Bacteria
mundi» evidencia una preocupación por elementos microscópicos que, a pesar de
ser diminutos, pueden provocar cambios considerables en los organismos que los
alojan.
La idea
de la reproducción en «El demonio del viernes» no puede ser más acertada: «Lo
eterno es lo que se pasa de generación en generación, así nos perpetuamos como
ideas benéficas o perversas».
«Por
qué escribes mal las palabras» muestra todo un universo creado a partir de
la dislexia, esa visión del lenguaje trastocada y que no
representa necesariamente confusión ni lo extingue, sino que lo expande,
lo diversifica.
«Laberinto»
es un texto preciso y cautivador que compara las vidas de las personas con estas
obras arquitectónicas peculiares y confusas: los humanos somos eso, un caos, un
enredo de sentimientos y pensamientos pululando y tratando,
en el mejor de los casos, de resolvernos o de resolver a otros, creando más confusión en el intento.
«La
sibila» refleja el miedo paranoico de que alguien que sepa algo muy
personal sobre otra persona se atreva, por alguna cuestión, a hacerlo público: «Ya se sabe que
todos guardamos un oscuro y turbio secreto».
«De
natura» es la historia de un botánico caracterizado como una especie de dios, obsesionado
con cierto tipo de árbol y sus frutos únicos, en donde hay un sutil guiño a La invensión de Morel, de Bioy Casares.
Las ideas atractivas de Microcolapsos evidencian que hay infinidad de cuestiones que nunca estará de más considerar, y que bajo el pesado telón de la realidad siempre subyace la imaginación.
El
libro está a la venta en la página en linea de la editorial.
En este bello clip hecho por Paraíso Perdido, pueden escuchar algunas de las razones por las que escribe Cecilia Eudave:
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