Reseña personal:
Kitchen
de Banana (Maoko) Yoshimoto (escritora japonesa, 1964) es una novela
escrita en 1988 y que en su edición en español, por Tusquets,
incluye el relato Moonlight
shadow,
el cual escribió con la finalidad de esclarecer su tesis de
licenciatura y con el que ganó los dos premios literarios más
importantes de Japón: en 1987 el Kaien y en 1988 el Izumi Kyoka.
Este libro llegó, como ya he dicho que me sucede, en un momento
crucial y cuando mejor pudo haber llegado a mis ojos. Es una lectura
ligera (de una o dos tardes) que no por eso pierde fuerza en sus
argumentos, es una narrativa de una belleza peculiar y que expone el
significado de acontecimientos verdaderamente atroces para quien no
ha tenido la desventura (o suerte) de vivirlos, de manera tal que la
lectura resulta en una experiencia conmovedora.
Estamos frente a una historia que relata los sentimientos y
pensamientos más abismales del ser humano sobre el aislamiento, el
afecto (fraternal), la pasión y la empatía por el dolor y la
tristeza ajenos. Es una escena negra donde la esperanza ilumina
tenuemente esos rostros que a pesar de estar solos, se saben
acompañados por sus recuerdos y desisten, ignorando los presagios a
veces pesimistas, de rendirse por completo.
Kitchen
es una lucha entre la agotadora realidad, entre ese desafío diario
que puede representar la vida para quien se afronta con la muerte
desde muy joven pero que también conoce a quien le comprende y ha sufrido lo mismo, y pueden entonces compartir ese desasosiego que
siempre se minimiza tras ser expresado de cualquier forma, ya sea a
través de la comida, una taza de té o una visión onírica
compartida.
El libro se encuentra inmerso en despedidas definitivas y nada
ceremoniosas, en partidas pero también apariciones inesperadas que
transforman la existencia de los personajes y que demuestran la
presencia de generosidad donde menos se espera.
Una magnífica muestra de
gastronomía oriental se hace notar en la mayoría de las páginas de
la novela y el relato, acercando al lector a ese mundo culinario tan
ajeno y magnífico, donde reside la fuerza de las historias y el
mismo título de la obra. Kitchen es una muestra de amores que
se renuevan en una sociedad donde todo es desechable y efímero,
incluso las mismas personas. Es una lucha interna con la soledad, a
la que finalmente se acepta como algo inherente al ser humano, a
pesar de vivir en un planeta con millones de individuos y seres
vivos.
El verdadero desafío se encuentra dentro de uno mismo, en esos
monólogos interiores que no podemos evitar escuchar, peleando a cada
instante por dejarse percibir. Esos pensamientos fatalistas pero
reales y con los que se aprende a vivir: “Las
personas no se dejan vencer por las circunstancias o por fuerzas que
vienen de fuera, sino por las que nacen en el interior de sí
mismos.”
Llevo días con esta sensación de vacío, de no saber más de las protagonistas y de querer seguir aprendiendo de ellas, una especie de resaca literaria de Yoshimoto. Continúo asimilando sus palabras, sus frases y las experiencias de vida que encontré aquí.
Estas son algunas de las
mejores frases del libro que he seleccionado:
“Al tener a alguien
cerca, la soledad es más cruel.” P. 28
“Llevaba todo esto
consigo y una soledad silenciosa la impregnaba.” P. 31
“En este mundo..., con
seguridad, no hay tristeza. Sin duda, no hay nada en absoluto.” P.
36
“Me entristece ser yo
misma.” P. 41
“... una persona tiene
que estar completamente desesperada una vez en su vida y, entonces,
sabe a qué cosas de sí misma no puede renunciar. Si no, llegará a
la madurez sin saber qué es realmente lo importante.” P. 61
“La felicidad es vivir
sintiendo, lo menos posible, que el hombre, en realidad, está solo.”
P.83
“Quiero seguir
sintiendo a toda costa que algún día he de morir. De otro modo, no
sentiría que estoy viviendo. Por eso, mi vida es así.” P. 84
“... si quieres decirme
algo más... -La verdad es que pensaba decirle: 'Llámame a casa',
pero en lugar de eso acabe diciendo-: Lloraré y te clavaré un
cuchillo, ¿te parece bien?” P. 101
“La esposa con la que
me compenetraba tanto intimó con la muerte más que conmigo o que
con la planta.” P. 111
“La conocía bien: sus
conclusiones precipitadas,su carácter enamoradizo e inconstante, sus
emociones disparatadas...” P. 117
“La cristalización
brillante de aquellos tiempos felices despertó de repente de su
sueño profundo en el fondo de la memoria y nos sacudió.” P. 136
“Los recuerdos
verdaderamente entrañables viven y brillan. Con el paso del tiempo
reviven con angustia.” P. 137
“La oscuridad ya no era
muerte. Con eso bastaba.” P. 137
Moonlight
shadow
“...yo
pensaba continuamente por qué tendría esta insegura sensación de
fugacidad en el corazón; pero si eso era un presentimiento,
¿presagiaba algo muy angustioso?” P. 149
“Era
el amanecer de una persona sola que sufría con las reminiscencias de
sus sueños sin poder dormir más.” P. 151
“'un
diablo que hubiera tomado forma humana y que, de repente, se dijera
que ya no podía confiar nada más a nadie.'” P. 167
“Y
entonces pensé que me gustaría desaparecer.” P. 171
Para concluir, transcribo el último párrafo del epílogo, que me
dejó con una gran sonrisa y afecto hacia alguien a quien sólo
conozco a través de sus letras:
Quisiera
decir a todas las personas desconocidas que han leído este libro, el
primero y con seguridad un trabajo inmaduro, que me haría muy feliz
si se sintiesen tan solo un poco más ligeras. En espera de
reencontrarnos la próxima vez, os deseo de todo corazón toda la
felicidad del mundo.
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