Me complace anunciarles que poco antes de concluir el año, hay una nueva reseña deTusitala de óbitos por Roberto Wong (escritor mexicano, 1982), autor de París D.F., obra con la que ganó el premio Dos Passos a la primera novela este año. Actualmente escribe para la revista digital Letras Libres y El Anaquel es su sitio web personal, en el que encontrarán diversas reseñas e interesantes textos que escribe con frecuencia.
Agradezco infinitamente sus bellas y acertadas palabras para mi primogénito, y espero con ansias tener en mis manos París D.F., leerla y presentárselas. Es, sin duda, un autor del que escucharemos mucho más próximamente.
Transcribiré, a continuación, algunos párrafos de la reseña, que pueden leer completa directamente en la entrada de su sitio web.
Tusitala de óbitos – Lola Ancira
POR ROBERTO WONG el 30 OCTUBRE, 2014
No hay, en México, una antología de nuestros raros. Propondría, por citar únicamente algunos nombres, a Arreola, Garro, Tario, Chimal, Bellatín. De conformarse dicho grupo, Lola Ancira (Querétaro, 1987), podría postular a un espacio. Su primer volumen de cuentos, publicado por Pictographia Editorial, gira en torno a temas poco frecuentes en la literatura mexicana: el sueño, la locura, la muerte.
No hay, en México, una antología de nuestros raros. Propondría, por citar únicamente algunos nombres, a Arreola, Garro, Tario, Chimal, Bellatín. De conformarse dicho grupo, Lola Ancira (Querétaro, 1987), podría postular a un espacio. Su primer volumen de cuentos, publicado por Pictographia Editorial, gira en torno a temas poco frecuentes en la literatura mexicana: el sueño, la locura, la muerte.
En otro extremo de su literatura se lee un importante rechazo al mundo y sus normas. “Un inminente progreso” es, al estilo de Huxley, una distopía en la que el personaje escoge la muerte ante lo terrible de la realidad. En “El dueño de los sinos”, el protagonista pretende cambiar el destino y muere consumido. “Jeremiades” intenta repetir la creación y se encuentra rodeado de esperpentos. En síntesis, los múltiples universos de Ancira parecen castigar lo contranatura –la opción al mundo parece siempre ser la muerte. ¿Es esto una crítica frontal a nuestra realidad? ¿Un sino de la autora?
Poéticas de los 80 es un proyecto del escritor zacatecano Joel Flores, autor de El amor nos dio cocodrilos y de Rojo semidesierto, ganador del Certamen Internacional de Literatura 2012 Sor Juana Inés de la Cruz. Este año se hizo también acreedor del Premio Bellas Artes Juan Rulfo para Primera Novela, con Nunca más su nombre y actualmente es becario del FONCA en la categoría de novela. Un escritor que, sin duda, tiene claro su camino y destino.
Este proyecto, que reúne a 12 escritores mexicanos nacidos en la década de los 80, plantea crear un acervo de sus obras publicadas y dar a conocer esta literatura, una literatura contemporánea, tan diversa como las personalidades de sus creadores y que oscila entre el realismo y lo fantástico.
En lo personal, es un placer formar parte de este grupo de escritores coetáneos con mi libro Tusitala de óbitos. Entre los otros once autores que conforman este proyecto se encuentran Gabriel Rodríguez con Niños tristes y Mariel Iribe Zenil con El último intento, así como Israel Terrón, con Artemisa Café, Bernardo Araujo con Toque de queda y Eduardo Ruiz Sosa con Anatomía de la memoria (tres de mis siguientes lecturas).
Pueden leer la entrada original del escritor en su blog. A continuación transcribo sus palabras, necesarias para deducir la relevancia de este proyecto:
A inicios de octubre decidí cerrar el primer bloque de entrevistas a escritores nacidos durante el 80, que empecé en enero publicando en La gualdra y en esta página. Quien me motivó fue Fernando Trejo, al invitarme a convertir este trabajo en conferencia y a ofrecer el resultado en la Feria Internacional del libro de Chiapas Centroamérica, más precisamente en Tuxtla, que es su tierra natal. Para Fernando, como poeta y promotor cultural que siempre se ha preocupado por el diálogo entre escritores, era bueno hablar en el Sur sobre ¿quiénes son y qué están escribiendo los narradores de nuestra generación?
Fue así como en una semana Flor y yo empezamos a trabajar en lo que primero fueron las diapositivas de la conferencia, para después, tras un par de bocetos e ideas que se fueron desechando, terminar haciendo este catálogo compuesto por 12 escritores que están publicando en fondos editoriales estatales y nacionales, así como en editoriales del país y españolas. Esto apenas es un inicio de un proyecto que está en continúa construcción y crecerá. Pues su objetivo es, como se lee en el texto introductorio que acompaña el catálogo, ofrecer un mapa completo de los narradores jóvenes de México e invitar no sólo al lector, sino también a otros escritores, a conocerlos.
Les dejo aquí el catálogo para su consulta. De verdad no tiene desperdicio,
sobre toda la creatividad que le puso Flor en el diseño.
Gente del mundo (Ediciones Era, 2014) de Alberto Chimal (escritor mexicano, 1970) es una compilación de más de 70 textos breves fantásticos que describen las prácticas, costumbres y vida de ciertos seres humanos peculiares. Este libro es una reedición “corregida y aumentada”, pues se publicó por primera vez en 1998.
El autor y yo el día de la presentación del libro
Mi colorida y misteriosa dedicatoria
Chimal ha ganado diversos premios y reconocimientos y ha sido becario del FONCA, ha publicado dos novelas, más de 15 libros de cuento o mini ficción, ensayo y teatro. Actualmente es profesor de literatura e imparte un taller de narrativa.
Conocí a este escritor en 2011, cuando el profesor en turno de Literatura mexicana, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, lo llevó como invitado. El primer libro que leí de él fue Grey (2006), que también es una compilación de textos cortos fantásticos, y ahora quiero leer su segunda novela, La torre y el jardín (2012), finalista del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos 2013.
Gente del mundo recuerda los relatos de viajes del s. XV de Américo Vespucio sobre el descubrimiento de América o a la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo del s. XVI. Se asemeja a un bestiario medieval pero de seres humanos, tanto reales como fantásticos, que habitan (o han habitado) en algún lugar recóndito del mundo. Seres que, por sus singulares tradiciones o culturas, parece que no han logrado sobrevivir hasta nuestros días, pero basta con un análisis superfluo para reconocer sus múltiples legados en algunos cuantos de nosotros, como aquellos que no tienen la certeza de saberse reales o verdaderos, los que pierden la esperanza cuando empiezan a reconocer que su sombra los acecha, los que encuentran la belleza fuera del canon o quienes sólo entienden de despedidas definitivas, pues saben imposible el regreso de quienes parten.
Mis relatos favoritos son “Los oficios”, donde narra una parte fundamental de la vida de los notaravas, quienes justifican su existencia eligiendo (o creando) la profesión para la que nacieron y a la cual dedicarán sus cualidades y habilidades, como ser sumadores de muertos. Finaliza con una hermosa frase: Lo que cuenta, dicen sus sabios, es la perseverancia. Y la belleza de cuanto se hace bien.
“La hora de la muerte” y “Los últimos ritos” están unidos por la temática de los ritos funerarios. El primero precisa el momento exacto en que una vida ha de concluir su existencia, pero este mandato es llevado a una escala mucho más grande donde cientos, tal vez miles, pactan para realizar el último viaje acompañados. El segundo refiere que los pobladores del Páramo de Rhunga sólo pueden cortar a sus muertos hasta la desaparición, pues resulta más que imposible cavar en su superficie. Ambos aluden al entierro o funeral celeste tibetano, ceremonia fúnebre sobrecogedora.
En “Los sistemas” y en el “Segundo apéndice: de Auko la ignota” hay claras referencias alLibro egipcio de los muertos, donde los nombres designan, de forma más certera y profunda gracias a su extensión y donde se busca el camino del alma hacia la perfección. La vida es, entonces, una eterna búsqueda de la mejor manera para retornar al universo y siempre cede, como el dolor, al tiránico paso del tiempo.
“La verdad” muestra esa dualidad interna con la que hay enfrentamientos constantes. Porque todos somos dos, e incluso tres o cuatro. Lo difícil, más allá de tratar de comprender la existencia en su totalidad, es entendernos a nosotros mismos.
“Disenso” es la parodia de la realidad que mueve a las sociedades de muchos países, pero sobre todo a los latinos, causas radicalmente distorsionadas con un discurso caduco que siguen rigiendo al pueblo.
“Valor”, “Apego”, “Odio”, “Plenitud” e “Historia” son relatos perfectos derivados de la palabra, de una sola palabra con el poder de desplegar el contenido de su fuerza a través de representaciones precisas descritas por un imaginario perfecto.
Las láminas, que forman parte de este repertorio a manera de recuadros con dos o tres líneas, son pequeños universos que lo mismo pueden contener el terror que la esperanza, específicamente “(Lámina 201 de Auko)” y “(Lámina 1229 de Auko)”.
“La paz” y “La memoria” son relatos que se contraponen, el primero elogiando la magia del olvido, experimentando la existencia sin precedentes, y el segundo vanagloriándose en los recuerdos intactos de una memoria que se posterga a través de la escritura.
“La vergüenza” es la descripción del infierno en la tierra, una consciencia que cobra formas y espacios que conviven con sus creadores hasta colmar sus vidas e impedir que vivan sin recordar sus peores errores.
Esta gente del mundo, tan diversa en sus nombres y definiciones como en sus prácticas y creencias, no nos es más ajena que cualquier persona que habite del otro lado del globo terráqueo. Gente del mundo está conformado de pensamientos náufragos, lanzados en botellas de vidrio esperando al lector adecuado. Y resulta que ese lector está en cada uno de nosotros.
El sitio web de Chimal es Las historias y en el pueden encontrar reseñas literarias, fascinantes cuentos de otros autores, e incluso un concurso de microficción mensual y diversos textos más.
Dato importante: tras las últimas problemáticas de la literatura realista con la literatura fantástica el autor, en esta entrevista con Carmen Aristegui, contundentemente define qué es lo que en realidad sucede:
¿De qué manera la fantasía dialoga con el presente?
Cualquier obra de imaginación fantástica dialoga con el presente.
Primero, porque está escrita por alguien que vive en un contexto real.
Por muy estrafalario que sea el libro fue realizado por alguien común.
Segundo, algunas de las obras de quienes se imaginan las cosas de otra manera,
sí pueden observar la realidad de lado o por reflejo, más que por lo inmediato.
Hay literatura de género que alcanza a decir cosas que el realismo no dice.
El realismo tiene ciertas capacidades, lo mismo sucede con la imaginación fantástica
que puede ver aspectos ocultos. Creo que ambas vertientes son complementarias.
También pueden descargar el libro 83 novelas, de su autoría, en este enlace.
Para finalizar, transcribo las frases más contundentes y representativas de las vidas de esta gente:
“(…) han tenido que fingirse espectros, o fugitivos del mundo de los sueños (…)” P. 15
“(…) sólo se dejan ver cuando arrojan al vacío, desde los riscos más inaccesibles, a sus niños recién nacidos.” P. 16
“En sus lápidas, talladas toscamente por ellos mismos, están estas palabras: ‘No queda ni la esperanza de su vuelta’.” P. 18
“La raíz de su credo es la noción de la indignidad de los hombres, la altura ínfima que les corresponde en la escala del mundo (…)” P. 32
“Piedras y diamantes, astillas y sedas, ratas muertas y sabrosos frutos: todo es para ellos igualmente precioso.” P. 35
“Ninguno entre ellos, se dice, ha conseguido aún reproducir la última Cortesía de Eibro, que él insinuó tan sólo en sus cuadernos y por la cual un cuerpo moribundo podría ser convencido, si se tiene paciencia, de no dejar escapar al espíritu.” P. 58
“Sólo han fracasado en la búsqueda del Nombre Final, que se revela en el momento de la muerte y es uno para todas las criaturas y todas las cosas.” P. 62
“Grande es el dolor de quienes los ven marcharse; casi nunca regresan.” P. 65
“Creen sólo en esa clase de magia que excluye a los demás (…)” P. 73
“(…) estamos cerca ya de haber agotado las empresas humanas, de haber descubierto todo lo que estaba por descubrirse, de haber dicho todo lo que es dable decir.” P. 87
“(…) podrían cambiar el universo desde su principio y hacer ‘que siempre hubiera sido más amable, más triste, o más cruel, sin que nadie sospechara que una vez, de algún modo, fue diferente’.” P. 91
“(…) y el resto de la gente del mundo sólo merece su desdén.” P. 92
“Nada sino el sonido de la boca, dicen, delata la presencia de los hombres a los ciegos espíritus del mal (…)” P. 101
“Al abrir el cuarto secreto de una casa, cerrado por generaciones, se encuentran adentro, abrazados, los cadáveres de dos pequeñas niñas que habían desaparecido pocos días antes. No hay signo de violencia ni huella alguna en el polvo de siglos.” P. 104
“(…) el recorrido por el mundo y sus habitantes podría ser todo una mera ficción (…)” P. 115
“(…) y pudo levantar la vista y admirarse y rechazar la locura y la muerte. Allí dijo: Quiero vivir.” P. 120
“Las palabras estaban dichas y las palabras pesan y son ciertas.” P. 121
El texto de este mes para mi columna mensual, Irreverencias maravillosas, de la Revista VozEd, está dedicado a una pseudociencia que ha maravillado al ser humano desde tiempos remotos: la criptozoología.
Pueden leer una versión más corta (directamente en la revista) en este enlace.
Terror y fascinación, la dualidad en lo ignorado
La criptozoología –o estudio de
los animales ocultos, por su etimología griega– es una pseudociencia (pues no
cumple con un método científico ni evidencias o teorías científicas) que
investiga y realiza búsquedas de los animales que no han sido clasificados
porque no se ha comprobado su existencia, aquellos que se han determinado extintos
e incluso de seres mitológicos. Estas criaturas reciben el nombre de críptidos y la evidencia recabada en
torno a ellos pocas veces es auténtica, pues en su mayoría son avistamientos que
no pueden ser corroborados, así como imágenes de mala calidad o alteradas. Una
característica importante es que deben ser parte del folclore de alguna
población a través de la tradición oral.
Actualmente es mucho mayor el
riesgo de ser engañados gracias a los múltiples adelantos tecnológicos. Uno de
los estafadores más conocidos es Rick Dyer, un fanático de Pie grande que ha
tenido múltiples problemas legales, el más reciente por vender videos en
Internet donde aparentemente captura a dicho espécimen.
La taxidermia está ligada a este
estudio debido a los diversos procesos que utiliza para modificar y realizar uniones antinaturales de
los cuerpos tratados, como la sirena de Barnum o de Fiji (1842), cuyo
descubrimiento causó gran furor al referirse a ella como el descubrimiento de una
belleza acuática única, cuando en realidad era la unión de la cabeza y parte
superior de un mono con la cola de un salmón disecado. Después de varios casos más
como estos, cuando en 1798 John Hunter descubrió al ornitorrinco, la gente pensó
que se trataba de otra estafa, pues parecía más el cuerpo de un mamífero
pequeño unido al pico y patas de un pato que una especie nueva y real.
Cuadrúpedos alados, aves con dos o tres cabezas y seres con extremidades extras
forman parte del compendio anterior.
Newspaper Clippings from The Los Angeles Herald, advertising my amazing and curious specimen
Algunas de los críptidos más
conocidos son los siguientes: el Yeti, Pie grande, el monstruo del lago Ness
(Nessy), serpientes marinas gigantes, vampiros, humanoides, sirenas, o el
Kraken (que no debe confundirse con los calamares gigantes).
Photo by Peter A. Macnab, Urquhart Bay(1955)
En lengua inglesa hay múltiples
páginas dedicadas a la criptozoología e incluso un museo internacional en
Portland, Maine. Hay también cerca de 400 libros en esta lengua y temática,
publicados a partir de 1915, como The
Book of the Damned (1919) de Charle Fort, Stranger Than Science (1959) de Frank Edwards, Searching for Hidden Animals: An Inquiry into Zoological Mysteries
(1980) de Roy P. MacKal,A Dictionary of Cryptozoology (2004) de Ronan Coghlan o Sea Monsters on Medieval and Renaissance
Maps (2013) de Chet Van Duze, que contienen un sinfín de ilustraciones y
fotografías asombrosas. En español, son muy pocas las publicaciones al
respecto, entre ellas El gran libro de la
criptozoología (2008) de Gustavo Sánchez Romero, David Heylen y José
Gregorio González.
En cuanto a la literatura
fantástica, existen tres obras fascinantes: El
libro de los seres imaginarios (1957) de Jorge Luis Borges en colaboración
con Margarita Guerrero, donde hablan sobre más de 80 seres que han existido en parte
del imaginario de los seres humanos desde tiempos recónditos, en cuyo prólogo
él mismo afirma:
Nos hemos atenido, sin embargo, a lo que inmediatamente sugiere la
locución "seres imaginarios", hemos compilado un manual de los
extraños entes que ha engendrado, a lo largo del tiempo y del espacio, la
fantasía de los hombres.
Bestiario (1959) de Juan José Arreola es una obra en la que, a
través del análisis del comportamiento de ciertas criaturas, el autor logra
analogías con los seres humanos. El título tiene claras reminiscencias de los
bestiarios de la edad media (bestiarum
vocabulum), una especie de manual ilustrado de animales y plantas con la
respectiva historia y explicación de su existencia. Después surgieron los
bestiarios mitológicos (s. XII), en lo que reunían a diferentes seres
mitológicos y animales ficticios o monstruosos. Por otro lado, Bestiario (1951), el primer libro de
cuento de Julio Cortázar, no tiene que ver con críptidos en absoluto.
Página de Historiae Animalium (1575) de Konrad Gesner (tomada de Gesner bestiary)
El mundo es inmenso y desde hace
millones de años han existido en él infinidad de criaturas y seres vivos, por
lo que resultaría extraño es que ningún críptido existiera. Actualmente, sólo
el 15% de las especies vivas han sido catalogadas. Vivimos en un planeta donde
es mucho más probable que una especie desconocida se extinga antes de ser
descubierta y logre ser catalogada, en un planeta donde (según un estudio
publicado hace unas semanas en la revista PLoS Biology), entre los 5 reinos de
la naturaleza, existen 8.7 millones de especies coexistiendo y de las cuales la
ciencia sólo tiene conocimiento de 1.2 millones. Con estas estadísticas, quizá
es más probable que la raza humana se extinga antes de conocer al menos la
mitad de estas especies, gracias a su nefasta tendencia porbuscar yexterminartodo aquello que sea diferente, todo
lo desconocido e incluso su propio hogar.
Existen infinidad de criaturas a
las que las leyendas e historias de estos míticos seres les quedarían cortas,
algunos de los cuales han sido descubiertos recientemente: el pez de cabeza
transparente, el calamar vampiro o la mantis marina.
Vampire squid by Steve Haddock/Monterey Bay Aquarium Research Institute
Mantis Shrimp by Roy Caldwell
Los críptidos son seres
fascinantes que, a pesar de que no se pueda justificar su existencia, son seres
sobre los que se han construido infinidad de impresionantes historias que han
vivido en la imaginación del hombre muy probablemente desde que tuvo la
capacidad de relatar oralmente, y que no se extinguirán mientras que la
imaginación y curiosidad del ser humano no sean suprimidas.
Culpas, fantasías y otras
perversiones recurrentes (2014) es un libro de fotografías conmemorativo por el
décimo aniversario, en el ámbito, de un
gran fotógrafo (y amigo), Eduardo Gómez. He tenido la oportunidad de trabajar
con él en varias ocasiones y en todas ha sido un placer, pues los resultados siempre
son originales y maravillosos para ambos. La presentación se llevó a cabo el
pasado 9 de agosto, en la colonia Roma (D.F.).
Tiempo antes a la publicación de
este libro, que llevó meses de trabajo y la colaboración de más de 40 modelos y
30 sesiones fotográficas, el propio autor afirmó:
Este proyecto será publicado en la forma de un libro conmemorativo de
mi décimo aniversario dedicándome a la fotografía y trata sobre uno de los
temas que más me ha apasionado: El erotismo.
La obra estará formada por una selección de imágenes llenas de
simbolismos, fetiches, fantasías y perversiones que muchos tenemos y que muchas
veces ocultamos.
Dichas imágenes buscan por un lado ser artísticas, estéticas, elegantes
e impecablemente ejecutadas, pero al mismo tiempo surrealistas, irreverentes,
transgresoras y hasta cierto punto perturbadoras.
Fotografía por Alter Imago.
Una de las grandes particularidades de este
libro es que fui invitada a participar en él como modelo y como escritora, pues
tuve el honor de redactar el prólogo y aparecer en tres de las fotografías.
Este libro muestra el arte de un
fotógrafo que ha evolucionado e innovado a lo largo de una década y que sigue
en un camino constante de aprendizaje, experimentación y trabajo ininterrumpido del que hace partícipe a sus alumnos a través de sus diversos talleres.
Es siempre un placer conocer,
colaborar y, sobre todo, estar presente en los logros de las personas que se
estiman, más aún cuando la admiración es mutua y se logra crear en conjunto
para un mismo fin.
Hay múltiples ejemplos de la
fotografía como arte y técnica, y ahora se presenta en un libro que aúna a lo
anterior una temática difícil de tratar (y más de observar) en nuestra sociedad:
lo erótico de las perversiones.
Fotografía por Alter Imago.
Fotografía por Alter Imago.
Quedan cordialmente invitados,
entonces, a formar parte de esta realidad deseada pero oculta gracias al miedo
(o incluso terror) que se ha instaurado en reconocer el placer y la
satisfacción que produce la sexualidad.
Fotografía por Alter Imago.
El libro, por el momento,
únicamente está a la venta directamente con Alter Imago Fotografía, en su
página de Facebook.
No teman arriesgarse a descubrir la satisfacción de la que
han sido privados.
Selección de fotografías del libro por Alter Imago.
Prólogo
En este proyecto, Eduardo Gómez
(Alter Imago Fotografía) nos presenta, dentro de un gran repertorio de
atractivos rostros y cuerpos, al erotismo, ese comportamiento inherente a la
sexualidad de todo ser humano. Esta admirable fotografía erótica deberá estimular
los sentidos y la imaginación de quien la observe con una sola finalidad:
incitar el deseo sexual, ese territorio muchas veces vedado de la
concupiscencia y el placer.
La etimología de fotografía (del griego phōs, 'luz' y grafḗ, 'conjunto de
líneas, escritura'), crea el significado de
"escribir o grabar con la luz", de ahí que la lectura más
simple de estas fotografías, que muestran lo oculto y conservan cierto misterio
intrigante, descubre gustos y placeres que han sido vedados por nuestra cultura
occidental y sus convenciones sociales, por una moral engañosa construida por
la sociedad burguesa sólo para mantener las “buenas apariencias”. Inclusive, no
es necesario que las fotografías digan o muestren más, pues son un atisbo a
paraísos o infiernos personales a los que no todos nos atrevemos a entrar en
nuestra realidad. Culpas, fantasías y otras perversiones recurrentes nos
muestran poderosas y diversas imágenes cargadas de sensualidad y símbolos
divinos transgredidos en pos del placer. A través de un compendio de texturas,
ángulos, matices y luces se crean los escenarios perfectos para la redención al
deleite de los sentidos.
Esta fotografía erótica o
pornográfica (diferencia perdida siempre en el sutil filo de la navaja) y por
lo mismo censurada por los conservadores, inició la creación del testimonio
erótico incitado por la figura humana desde algunos daguerrotipos de finales
del siglo XIX hasta la fotografía erótica moderna, de la que tenemos algunos de
los mejores ejemplares en este libro.
Más allá de cumplir su cometido
estético y corporal, Alter Imago le otorga un lugar privilegiado y adecuado al
cuerpo desnudo que va más allá de los límites del placer en el retrato, pues lo
coloca en el lugar preciso: el centro de las fantasías más recónditas de
cualquier observador.
El texto de este mes para mi columna mensual, Irreverencias maravillosas, de la Revista VozEd, está dedicado a una actividad que me ha fascinado durante años: el urbex o la exploración urbana.
Para entender un poco mejor el término y de qué va todo esto, transcribí algunos fragmentos en esta entrada. Para leer el texto completo, visiten este enlace.
The Chapel, por Urbex Clown.
Indagar
en el olvido
“Toma
sólo fotografías. Deja sólo huellas.”
Regla implícita de la exploración
urbana.
La exploración
urbana, mejor conocida como Urbex
(del inglés urban exploration), es la
actividad de infiltrarse en construcciones arquitectónicas de cualquier tipo en
situaciones específicas, como el abandono y la decadencia, con una finalidad
filosófica, documental, histórica, ilustrativa, emotiva, estética y/o artística.El descuido y abandono de estos lugares comúnmente ocurren por desastres producidos por la naturaleza (Pompeya y Herculano tras la erupción del Vesubio en el 79 d.C.), fracaso económico (Isla de Hashima, Japón), hechos violentos y crueles (mansión de Amatyville), catástrofes (el accidente nuclear de Chernóbil), conflictos socio-políticos (Varosha, en Chipre, tras la invasión turca) o exterminio (campos de concentración soviéticos y alemanes).
Una de las primeras personas en realizar esta actividad y ayudar a su popularización fue Jeff Chapman (1973-2005, mejor conocido como Ninjalicious), quien incluso publicó un libro titulado Access All Areas: a user’s guide to the art of urban exploration (2005). Actualmente, uno de sus principales exponente es el fotógrafo Romany WG, quien desde 2007 ostenta una hermosa y fascinante galería en línea y es autor del libro Beauty in decay (2012), antología fotográfica que reúne su trabajo de explorador urbano en más de 15 países.
Muchas de estas fotografías e información respecto a varios sitios para realizar urbex se pueden encontrar fácilmente en Internet, sobre todo en foros en línea y en sitios como Flickr, Facebook o a través de diversos hashtags como #partnersingrime, #abandon_seekers, #sfx_decay o #unitedbygrime en Instagram.
Si bien el urbex es sólo un pasatiempo para algunos, en sus filas existen preservacionistas, arquitectos, arqueólogos, fotógrafos profesionales, historiadores e incluso investigadores de lo parapsicológico interesados en lugares «embrujados» o «encantados» por espíritus.
Los verdaderos exploradores urbanos no dañan, vandalizan, ni roban en absoluto por el simple hecho de que veneran esos lugares. Sólo realizan una «investigación de campo» con la finalidad de fotografiarlo y poder mostrar los increíbles parajes que permanecen ocultos para la mayoría.
Altes Kino
Más allá del argumento de buscar «la belleza en la decadencia», la importancia de esta actividad radica en reflejar la historia que cuenta el lugar junto con los objetos abandonados y así postergar, de alguna forma, ese testimonio. Explorar es descubrir el encanto de sitios específicos que, de otra manera, serían ignorados y relegados al olvido por completo.
Hay personas que piensan que lo que realmente vale la pena de una ciudad (propia o ajena) son los monumentos nuevos, las construcciones modernas y limpias que ostentan. Nada más alejado de la realidad: la historia y la memoria están en otro lado, precisamente en los sitios donde un solo momento permanece paralizado a pesar de que el tiempo, la naturaleza y el ser humano no se detienen jamás.
¡Oh, Egipto,
Egipto!, de tus cultos no quedarán más que fábulas y tus hijos, más tarde, ni
tan sólo creerán en ellas; no quedarán entonces más que palabras grabadas sobre
las piedras, que explicarán tus piadosas realizaciones… Sin dioses y sin
hombres, Egipto no será más que un desierto.
Traducción de C.
Piedrafita sobre Hermes Trismegistus, Corpus Hermeticum.
El Libro egipcio de los muertos (2012, Ediciones Brontes S. L.) traducción
de A. Laurent (según el texto jeroglífico publicado por Wallis Budge [Kegan
Paul, Trench and Trüber, Londres 1898]), es una colección extensa de conjuros o
sortilegios que tienen el propósito de ayudar al espíritu de la persona que ha
fallecido en su paso al otro mundo y a librar positivamente el juicio de los
difuntos de Osiris (dios de la vida después de la muerte).
Llamadas también
“Palabras de potencia”, estas formulaciones ricamente ilustradas y con un valor
poético incuestionable, buscan elevar al espíritu a la condición de un dios y
otorgarle vida después de la muerte, para que no se pierda en el tan temido
Duat y pueda volver al mundo de los vivos por convicción propia.
Aunque el verdadero
nombre de este “libro” es Salida del alma
hacia la luz del día (que hace una clara alusión al retorno del alma al
mundo de los vivos), ha conservado el título de Libro de los muertos porque es el nombre que Richard Lepsius le
otorgó en su primera edición (1842). Está conformado por poco menos de 200
conjuros (algunos incompletos, debido al estado de los rollos) que contienen en
ellos la sabiduría incuestionable de una cultura extremadamente sensible consumada
al arte y al conocimiento, a la ciencia y a la espiritualidad.
Este libro tiene sus
orígenes en Los textos de los sarcófagos (Imperio Medio, 2050 a. C.), que a su
vez se crearon gracias a Los textos de las pirámides (Imperio Antiguo, 2700 a.
C.). La versión más remota e íntegra es el Papiro de Ani, formado por tres
papiros divididos a su vez en seis secciones, cada una con una longitud que puede
llegar a los ocho metros y que da un total cercano a los veinticuatro metros.
El papiro fue hecho por tres escribas diferentes, según la diferencia en las
grafías, pero todas las imágenes fueron realizadas por uno solo.
A pesar de que las
ediciones a las que tenemos acceso sean una traducción, la sonoridad de estas
peticiones mantiene cierto encanto y misticismo de sus orígenes. Son una guía,
un manual a seguir para que el espíritu inicie y concluya con éxito las
peripecias a las que se verá enfrentado: atravesar del Portal de la muerte,
dirigirse al Más allá, sobreponerse a la plena luz del día, cruzar la región de
las tinieblas, llegar frente a Osiris, al Amenti, atravesando el desolado y
tétrico Duat (donde se encuentran El lago de fuego y Los campos de fuego),
junto con los demonios.
Uno de los puntos
determinantes es la unión del difunto con Osiris, convertirse en un mismo ser
tras pronunciar las palabras clave, las frases determinantes con las que
honrará y exaltará al dios de la resurrección.
A continuación, el
espíritu deberá enunciar la Confesión negativa ante el tribunal de justicia,
para que su corazón pueda ser pesado por Anubis en la balanza, poniendo una
pluma del otro lado, y, de esta manera, determinar si el espíritu a prueba
deberá permanecer en el reino del Duat; en caso de no pasarla, o si podrá
convertirse en un espíritu santificado que podrá volver a voluntad al mundo
“real”. Cabe mencionar que el corazón, conforme a los actos negativos, pesaba
más, pero si los actos positivos eran mayores, el corazón se volvía liviano y
representaba un peso mínimo en comparación a la pluma. En el mismo libro se
hace una acotación a que en realidad no importaban las acciones negativas del
difunto en tanto éste estuviera convencido de no querer permanecer en el Duat y
se presentara con seguridad ante el juicio.
Ante Osiris.
En caso de que el
difunto ganara el juicio, su segunda vida (segundo nacimiento) iniciaría: se le
otorga entonces una libertad absoluta para actuar, puede recorrer por igual el
mundo inferior, la tierra y el cielo., tener contacto con los condenados al
Duat y acceder a Los campos de los bienaventurados y Los campos de la paz,
ambos situados en el paraíso. Puede navegar de nuevo en la barca de Ra o en el
Océano celeste, pues ahora ese espíritu es también un dios.
Pero un dios que acaba
de nacer, un dios joven: los dioses egipcios son mortales, al igual que las
personas. He ahí que saludan a su sucesor, a un dios enérgico y vigoroso, el
alma de un mortal que se ha convertido en deidad y que, orgulloso, se presenta
ante ellos como igual. Los dioses dan la bienvenida al nuevo miembro de su
estirpe.
A lo largo del “libro”,
son diez las deidades egipcias que aparecen en reiteradas ocasiones, entre los
que destacan Ra, Nu, Keb y Tum.
Para los egipcios, la
muerte es un segundo nacimiento, pues el espíritu del difunto inicia entonces
un nuevo ciclo, ya separado del cuerpo. Argüían que estos conjuros fueron
creados por el dios Thoth, quien hablaba a través de la boca del difunto y se
comunicaba con los otros dioses.
En el Antiguo Egipto,
los familiares del difunto eran los responsables de asegurar su paso al Más
allá, por lo que pedían a los escribas (a cambio de una gran cantidad de plata)
los conjuros más apropiados para el
difunto y los colocaban, en forma de rollos, en su tumba. Algunos conjuros
tienen especificaciones sobre dónde y cómo deben ser escritos o impresos,
mientras que otros deben ser leídos en voz alta en momentos específicos del
ritual. Los primeros conjuros debían ser recitados siempre por un sacerdote,
durante el inicia del ritual funerario, cuando colocaban el sarcófago en la
tumba.
En sí, los conjuros son
un extenso discurso por parte del difunto, dirigiéndose tanto a los dioses como
a las fuerzas maléficas, pidiendo la ayuda y protección de los primeros y vituperando y rechazando a las segundas.
Apofis, representante de las fuerzas maléficas del Duat y las tinieblas.
Desde mi infancia, la
valiosa y vasta cultura del Antiguo Egipto (que inicia en el Neolítico, 3150 a.
C.) me ha apasionado, a grado tal de que, hace varios años, empecé a usar el seudónimo de Bastet. Esta cultura, adoradora de los felinos y con una inclinación
impetuosa por la muerte, creó uno de los ritos mortuorios más bellos y
complejos en la historia del hombre.
Una explicación visual
y gráfica, más extensa y detallada, la encontrarán en este documental:
En noviembre de 2011,
el Museo Británico de Londres albergó una exposición de algunos fragmentos ilustrados
del Libro de los muertos.
Para finalizar, transcribo
parte del Conjuro CXC (el último, en la edición que tengo, y que a mi parecer
debería ser el primero), que revela una advertencia fundamental:
Este
libro muestra los secretos de las moradas misteriosas del Duat; es guía de
iniciación en los Misterios del Mundo Inferior; por él te será posible pasar a
través de las montañas y entrar en los misteriosos valles a los que ninguna vía
conocida conduce.
(…)
Cuando
recites este libro no debe verte ningún ser humano, sólo los que te son
queridos y el sacerdote Kheri-Heb; no tendrán que moverse de sus cuartos tus
servidores; con respecto a ti, debes encerrarte en una sala con tapices de
telas estelares. De esta manera el alma del difunto por el cual este libro recitado
podrá transitar a plena Luz del día, entre los vivos; entre los dioses será
poderosa; no la rechazarán sino que, habiéndola examinado los dioses, en el
difunto reconocerán a su igual.
Este
libro te enseñará la metamorfosis por las que pasa el Alma bajo los efectos de
la Luz.
Este
libro es, en verdad, un misterio muy grande y muy profundo. No lo pongas nunca
en las manos del primero que llegue o de un ignorante.