domingo, 22 de noviembre de 2015

Mastodonte – Jaime Reyes




(Éste es el texto que leí en la presentación del libro en el Tec de Monterrey Campus Ciudad de México el 4 de marzo.)

Mastodonte se forma con una pluralidad de voces, tramas y tiempos intercalados, donde encontramos, entre otros, a un anciano que recuerda su niñez con dificultad, a una hermosa adolescente que transmuta de amante decidida en fugitiva enajenada y a un coloso (un hombre, un animal extinto) que conoce a fondo su  propósito en este mundo: eliminar a otros del incierto juego que es la vida. El Mastodonte es una máquina de destrucción que a su vez se aniquila a sí misma y su nombre se ha convertido, al igual que sus lamentos, en un mantra para él, en una afirmación de salvación, en una pretendida libertad.

El propio título, Mastodonte, nos remite a la fuerza del significado de esa palabra, a esa figura mítica y primitiva, que aquí se ha convertido en una bestia antropomorfizada extraviada entre la realidad y Shanghai, aquella ciudad que es un sueño y a la que poco le falta para ser perfecta.

El Mastodonte es un gran monstruo infernal. La sexualidad, la violencia y el dolor de los personajes son tan explícitos que todas las páginas despiden una sensación de delirio, misma que debe imperar en la mente de ese animal sin temores y de la cual sólo se puede deshacer momentáneamente a través de las drogas duras.

A lo largo de la obra, ciertas incógnitas suspicaces y afirmaciones contundentes como “¿Cuánta tristeza puede soportar el cuerpo de un hombre?” crean una sensación de desesperanza con la que el protagonista ha aprendido a sobrevivir. También podemos encontrar distintas definiciones profesionales e instructivos cortazarianos (que evoca las Instrucciones parallorar, Instrucciones para dar cuerda a un reloj o a Instrucciones para subir una escalera) para la técnica y ejecución del golpeo.

Reyes ha incluido en este ebook un playlist en Spotify donde aparecen bandas como Anthema, Ministry, Porcupine Tree, Opeth, Nine Inch Nails, Type O Negative, Tool, Daft Punk, Slayer o VNV Nation son las «drogas auditivas» que forman parte de esta bestia construida con letras. La lectura de esta obra escuchando el soundtrack crea una experiencia mucho más profunda, la reacción precisa que quiere causar el autor en el lector.

Entre las diferentes voces narrativas que utiliza, contundentes frases de canciones como «Live together, die alone», aparecen como apéndices necesarios que subrayan sus principales temáticas: la soledad, el dolor, la rabia, la furia, la indignación y el abandono.  

En Mastodonte, la melodía lo es todo: “En el fondo la música. En el aire la música”. La música, el sexo y los estupefacientes de toda índole son usados como una falsa expiación momentánea, como un inmerecido elixir.


Como bien lo afirma el autor, el Mastodonte es “Un animal torpe hace mucho tiempo extinto. Un paréntesis olvidado de la biología y de la historia. Una presa fácil para el tiempo y la evolución de las especies”. Reyes nos acerca, a través de un lenguaje cercano y directo, al abismo del protagonista, lo que nos hace comprender nuestro propio abismo, pues, finalmente, ésa es una de las muchas virtudes de la literatura: crear empatía para reconocernos en el sufrimiento del otro.

Usaré una de las frases de mi canción favorita del playlist, Flowers, de Rozz Williams, que refleja a la perfección la historia del Mastodonte: This is my favourite sad story, Forget me not or I'll forget myself. Como bien lo afirma el autor, el Mastodonte es “Un animal torpe hace mucho tiempo extinto. Un paréntesis olvidado de la biología y de la historia. Una presa fácil para el tiempo y la evolución de las especies”.

Pueden leer una parte de la novela en este enlace, comprarlo directamente en la página de la editorial y saber cómo se escucharía con el siguiente booktrailer:






Para finalizar, transcribo las mejores frases de la novela:

“Su casa se veía arruinada. Cansada. ¿Y cómo hace un hombre para que las cosas adquieran el estado de su espíritu?” p. 17

“La ira y la sangre eran otro tipo de droga tan adictiva como el opio y la heroína y las prostitutas.” p. 23

“Pero la felicidad, incluso en los sueños, es cosa que caduca pronto y que apesta al tercer día. Felicidad. Qué maldito nombre tienes.” p. 24

“Esa vida paralela lo salvó muchas veces de desmoronarse. Hasta que lo venció el tiempo. Y la verdad. Y entonces se derrumbó.” p. 34

“Cada domingo el niño vestía su traje de soledad hasta llegado el mediodía.” p. 38

“El animal buscaba venganza. Lo confundió todo. Se volvió idiota.” p. 43

“La vida siempre fue simple. La memoria lo complicó todo.” p. 52

“¿Qué fue primero, la música o la tristeza?” p. 58

“¿Cuánta tristeza puede soportar el cuerpo de un hombre?” p. 65

“La bestia comienza a parecerse a un hombre.” p. 79

“Lo que sucede al interior de mi mente es una enfermedad.” p. 85
“Huyó con su soledad.” p. 94

Mi vida es una larga lista de gente diciendo adiós.” p. 105

“El Mastodonte tenía de su lado la serenidad para estar siempre un paso adelante de su ¿enemigo? El Leviatán estaba en el infierno. Tenía la forma del Mastodonte.” p. 115

“¿Y cómo sabe un hombre cuando el odio ha sido suficiente?” p. 122

“La bestia en comunión con el cosmos. Algo telúrico. Sangriento.” p. 124

“Su mente se fugó. Su cuerpo también.” p. 129

“Afuera el frío. Adentro la bestia. El vértigo.” p. 140

“Estamos extraviados. Perdidos. Siempre lo estuvimos.” p. 147

“Le dio un propósito para vivir. Matar.” p. 172

“En el cuarto de entrenamiento el saco para golpear se balancea como el péndulo que da orden y mueve al mundo.” p. 179

“Alguien escribió antes sobre mi destino. Es el grito desesperado de un otro que intenta ser yo. ” p. 184

“Busca que su lamento se convierta en un mantra.” p. 183


“La mano izquierda está rota. El libro también. ¿Qué es necesario reparar primero?” p. 194

No hay comentarios:

Publicar un comentario