domingo, 22 de enero de 2017

El problema de los tres cuerpos - Aniela Rodríguez





El problema de los tres cuerpos (FETA, 2016) de Aniela Rodríguez es el segundo libro de cuento de la autora, reconocido en 2016 con el Premio Nacional de Cuento Joven Comala.

Nueve cuentos se desarrollan en noventa páginas donde predomina el narrador en primera persona y un lenguaje cuidado salpicado de crudeza. La mayoría de los personajes vive en una esfera que comprende violencia, agresiones o atropellos de los que son víctimas; son eslabones en una cadena interminable de brutalidad. En su narrativa, Aniela se enfoca con destreza en delimitar los perfiles de sus peculiares personajes. Imágenes duras y escenarios cercanos conforman el universo creado por esta hábil autora en un libro donde el mismo título alude ya al caos y la inestabilidad.

Un sueño, que bien podría ser una reminiscencia del pasado, se presenta en «Caja de cerillos» como una anécdota fatídica grabada para siempre en la memoria de su autor, revivida una y otra vez por el inconsciente: es un temor insistente, una culpa que no le otorga ni un minuto de tregua.

En «Las fiestas de Caín» (cuyo epígrafe y dedicatoria merecen una mención especial, pues Ignacio Padilla fue un excelente cuentista mexicano) relucen la traición, el engaño, el orgullo herido y la doble moral, todo lo anterior presto para destrozar la vida de cualquiera, incluso del más respetable. Lo carnal siempre como un claro distintivo de la naturaleza humana.

«Tratado general del contragolpe» refleja a la perfección esta sociedad apresurada donde los ídolos son destituidos con la misma facilidad con la que fueron encumbrados, la abnegación de una madre y la irritación mortal de un fanático.

Uno de los títulos, «Instrucciones para perder los zapatos», remite a los sagaces instructivos de Cortázar. Los personajes involucrados en este relato fueron tocados por la desgracia, ésa a la que están más próximos precisamente porque no hay alguna barrera que los pueda proteger. Elías, o mejor dicho, el estorbo en el que se ha convertido, está destinado a una inyección letal porque no hay tiempo ni ganas para su recuperación, porque es sólo un número más de cualquier estadística. 

«Los regimientos de Dios» describe la ira de los farsantes, las estafas y mentiras al servicio de la religión. La envidia es el alimento de un odio creciente y fermentado que se descarga en quien no lo merece pero que, aún así, trata de comprenderlo. En este cuento, las “cajitas” (personas supuestamente divinas) venden salud y favores a los feligreses, suceso similar a las indulgencias que negociaba la iglesia durante el siglo XVI, cuando el Papa León X promulgó la Taxa Camarae, un documento que informaba las tarifas a pagar para recibir el perdón de faltas atroces, asesinato y pederastia incluidos.






La depresión, todos los eventos traumáticos y la tristeza se refugian sólo en un hemisferio del cuerpo del protagonista de «El lado izquierdo de la tristeza» que, desesperado, busca a toda costa alguna solución. Su condición particular lo lleva al borde de la muerte, y prefiere seguir venerando la causa de su mal que perder a la mujer amada. 

En todos los relatos los personajes son conscientes del detonante, del elemento externo y devastador que hace acto de aparición para destruir sus vidas.

Para finalizar, transcribo algunas de mis frases favoritas:

Caja de cerillos

«Para ser un buen hijo de puta se necesita mucha suerte.» p. 16

«¿Te acuerdas cuando éramos jóvenes? No había manera de hacerlo mal, y lo logramos.» p. 17

«Alguien debería contarles que lo que espanta de las pesadillas es que son imposibles.» p. 18


Las fiestas de Caín

«Estaba segura que de nuevo, como otras ocasiones, había echado todo a la mierda. Sabía también que todavía era muy joven y, si así lo quisiera, podría arruinar su vida otras siete veces.» p. 27

«El infierno es un lugar donde no caben tantas almas.» Ibídem


Tratado general del contragolpe

«Uno no conoce a qué sabe el terror hasta que se siente así del precipicio.» p. 33


Instrucciones para perder los zapatos

«Si tan sólo hubieran enviado un manual para no estar triste, la Chole lo habría leído completito una y otra vez. Por ejemplo: paso número 77, Eleve las piernas al aire, teniendo cuidado de no perder el equilibrio. Bájelas al tiempo que siente el pecho desinflarse. Haga serie de ocho repeticiones cada tercer día, hasta recuperar las riendas de su vida.» p. 43

«Todavía no tenía ni ganas ni tiempo para ver morir a un amigo.» p. 45


Los regimientos de Dios

«Dicen que la fe es el mejor motivo para desatar una catástrofe. Así han comenzado guerras interminables que dejan a su paso generaciones de locos, obtusos y pendejos.» p. 64


El lado izquierdo de la tristeza

«Ya era muy tarde cuando desperté y entendí que el llanto sirve para ocho cosas: para nada y para siete chingadas.» p. 72

«La ecuación de mi desgracia es una ecuación imperfecta.» Ibídem 

«La tristeza es un cáncer incurable.» Ibídem


Kamikaze

«Con ella se sentía seguro, y al mismo tiempo, todos los días eran un nuevo cagarse de miedo.» p. 80 



El libro está a la venda en las librerías EDUCAL de todo el país.

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