El texto de este mes para mi columna mensual, Irreverencias maravillosas, de la Revista VozEd, está dedicado, en parte, a la historia de la sexualidad del ser humano, algunos comportamientos asociados considerados "anormales" y su reivindicación.
Pueden leer otra versión del texto (acompañado de diferentes fotografías), directamente de la revista, en este enlace.
Al respecto, en el ámbito de la ficción, pueden leer también mi cuento "Cosmogonía de las parafilias", publicado en mi libro de cuento fantástico Tusitala de óbitos (Pictographia, 2013).
Representación del dios Min
Al respecto, en el ámbito de la ficción, pueden leer también mi cuento "Cosmogonía de las parafilias", publicado en mi libro de cuento fantástico Tusitala de óbitos (Pictographia, 2013).
Más
allá del placer y la culpa
Estamos
sin duda en una clase común con las bestias;
cada
acción de la fauna se preocupa por la búsqueda de placer corporal
y
por evitar el dolor.
San
Agustín de Hipona
Si
las acciones humanas pueden ser nobles, vergonzosas o indiferentes,
lo
mismo ocurre con los placeres correspondientes.
Hay
placeres que derivan de actividades nobles, y otros de vergonzoso origen.
Aristóteles
Una
filia (del griego philos “amor”, y el
sufijo –ia “cualidad”), según la psicología, es una inclinación por un suceso o
momento específico y determinado, generalmente con connotaciones sexuales.
Debido al origen de la palabra, alude a los actos donde destaca la emotividad,
y existe una gran variedad de filias que, según los juicios de valor, pueden
ser socialmente aceptadas o no, dando paso a las desviaciones sexuales o
parafilias.
Se clasifica como desviación sexual o
parafilia a todo comportamiento sexual caracterizado por la excitación ante situaciones y objetos
fuera del acto sexual tradicional y que interfiere con la reproducción,
caracterizados por fantasías sexuales específicas, intensas y repetitivas que
se logran experimentar. Lo considerado “normal” dentro de estas desviaciones es
cuando se presentan de forma asilada y no representa daño para la persona en
cuestión o para terceros.
Los primeros especialistas que indagaron al
respecto, definieron los supuestos comportamientos anormales como patológicos,
pero descubrimientos e investigaciones históricas han demostrado lo contrario:
ciertas conductas han formado parte de la vida sexual del ser humano desde sus
inicios, pero sí existe una gama que puede considerarse ilícita o indebida por el riesgo o daño que
conlleva para una de las dos partes o para ambas, y también por diversos
criterios sociales, de salud o legales.
De hecho, el término “desviación” es erróneo,
pues el comportamiento humano ha sido restringido a ciertas normas y
convenciones sociales y, sobre todo, religiosas, originadas en las tres grandes
religiones monoteístas y sus derivadas, que se reducen a lo siguiente: existe
una divinidad que centra su atención en el comportamiento sexual de sus fieles,
y cualquier transgresión o rebeldía conlleva al desprecio social y a una
represalia ejemplar.
La
sexualidad, en manos de cualquier tipo de poder, es un mecanismos de control de
los m ás
fuertes para dominar al ser humano, y por lo mismo, ayuda al sometimiento tanto
físico como mental: el sexo se convierte entonces en un acto estigmatizado, en
una acción divina a la que sólo se puede acceder con el debido permiso y bajo
ciertas reglas estrictas que ha desvirtuado del todo un acto por completo
humano y natural.
Habría
que desmitificar lo anterior, y para ello nada mejor que ejemplos reales de
comportamientos sexuales censurables dentro de la misma religión (que expresan
una clara doble moral) y prácticas inusuales alrededor del planeta: la
pedofilia encubierta en el catolicismo, los talibanes y sus matrimonios forzados
entre hombres mayores y niñas, los médicos que masturbaban a las mujeres para
curarlas de la histeria hace más de 200 años, o el caso de la isla Guam, en
Oceanía, donde está prohibido que una
virgen se case, por lo que tienen destinados a ciertos hombres que se dedican a
desvirgar jóvenes para que puedan contraer matrimonio.
El BDSM (también conocido como
“sadomasoquismo”) son las siglas de bondage,
dominación y sado-masoquismo y engloba ciertas fantasías, juegos eróticos y
prácticas sexuales basadas en el acuerdo de los implicados. Estos términos
psiquiátricos están, en parte, fuera de lugar, pues se refieren a enfermedades
mentales o ciertos actos sexuales definidos como desviaciones, cuando lo cierto
es que son prácticas y muestras diversas de la necesidad y el deseo sexual
humano.
La
poligamia o poliandria, legales en varios países; la homosexualidad abiertamente
aceptada en la antigüedad, en Grecia y Roma, específicamente entre jóvenes y
adultos, así como el derramamiento de semen tras la masturbación de los
faraones en el Nilo, para garantizar su abastecimiento; o la masturbación en
público de los hombres durante las fiestas del dios Min, sin olvidar que hay
una infinidad de ritos sangrientos y dolorosos de maduración sexual para ambos
sexos en diversas tribus que también anteceden al erotismo, cuando a éste se le
acepta.
El
erotismo ha formado parte del hombre desde los primeros Homo sapiens, que
llegaron hace más de 40,000 años a Europa y dejaron vestigios de su particular comportamiento
sexual a través de pinturas rupestres y grabados. El consolador u objeto f álico más remoto de la historia tiene más de 30,000
años, una roca sedimentaria de 20 cm encontrado en una cueva en Alemania, un
claro símbolo de la búsqueda íntima del placer a través de la práctica sexual
individual. Los romanos y griegos fueron los pioneros en cubrir con cuero sus
artilugios destinados al placer sexual, pues de esa forma imitaban la textura
real de un pene. Incluso en Lisístrata,
una obra de teatro de Aristófanes, se hace mención a una huelga de sexo por
parte de una mujer para forzar a los hombres a finalizar la Guerra del
Peloponeso, pues con tal enfrentamiento social, resultaba imposible comerciar
buenos consoladores. Incluso algunos historiadores afirman que Cleopatra pidió
que le diseñaran el primer vibrador en el mundo, que fue creado de forma muy
elemental, con una calabaza hueca y abejas en su interior.
Algunas
filias de las más singulares son la podofilia, que es la atracción sexual a las
plantas, los vellos o los dedos del pie, la rabdofilia es la atracción por ser
flagelado, el axilismo es la fijación con axilas, la basoexia es la exitación
sexual producida por besos, la anisonogamia es la preferencia sexual por una
persona mucho más vieja o mucho más joven, y que en sus extremos se convierte
en la pedofilia (niños) o la gerontofilia (ancianos), y la erotolalia es la
estimulación sexual al tener conversaciones eróticas.
La
zoofilia es una parafilia donde los animales se vuelven objeto de deseo sexual,
y suele llamarse bestialismo cuando se realiza el acto. Es ilegal en países
como Turquía, pero no está penado por la ley en Hungría, Suecia o México.
Incluso existen muestras en pinturas que
datan de hace 10,000 años que muestran a seres humanos teniendo relaciones
sexuales con animales. Incluso una pintura de Miguel Ángel, desaparecida en
1530, así como una pintura iraní que data de una fecha aproximada, muestran a
mujeres desnudas con animales mitológicos en representaciones eróticas.
Vaso Warren, Roma
Europa y Júpiter transformado en toro
Hay
una infinidad de filias tal, que incluso existen obras que las catalogan
ortográficamente y las describen con detalle. Que una filia sea peligrosa o no,
sólo depende de los riesgos reales que suponga o de la violación de los
derechos ajenos.
Existe
un basto mundo dedicado a experimentar e indagar el placer sexual, y sería una
pena no disfrutar las diferentes opciones para satisfacer una necesidad básica por
cuestiones ideológicas retrógradas o conservadoras. De hecho, la mejor
alternativa para practicarlas son las
fantasías eróticas, aquel espacio mental en el que absolutamente todo es permitido.
Recordar
que “El mejor placer en la vida es hacer lo que la gente te dice que no puedes
hacer”, una cita de Walter Bagehot, es quizá uno de los mejores estimulantes
que pueda existir.
Que interesante como se hacia antes lo que hoy se ocupa como Vibrador antes eran unas piedras que loco!!! me encanto tu informacion
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